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viernes, 30 de julio de 2010

MARIANO ANTONIO MOLAS - AGRICULTURA Y ALIMENTACIÓN / Fuente: DESCRIPCIÓN HISTÓRICA DE LA ANTIGUA PROVINCIA DEL PARAGUAY


AGRICULTURA Y ALIMENTACIÓN
EN LA ANTIGUA PROVINCIA DEL PARAGUAY.
Autor:
MARIANO ANTONIO MOLAS
(Enlace a datos biográficos y obras
en la GALERÍA DE LETRAS del
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AGRICULTURA Y ALIMENTACION

Las labranzas, cultivo y cosecha de frutos que se recogen en esta provincia, son las siguientes: amis (sic), mandioca, maní, judías (habas), guisantes, calabazas de distintas clases, batatas, arroz, cebada y otras legumbres. Naranjas dulces y agrias, con demasiada abundancia; limas dulces y agrias, toronjas y limones de toda especie: pacobas [pakova] con abundancia, dura no poco y no bueno, piñas en gran cantidad: mamones, sandías, melones y uvas con abundancia en parrales y viñas, de que se hace regular vino, y la caña dulce muy abundante de la cual se cosecha mucha miel para azúcar y aguardiente: se recogen también opimas cosechas de algodón.
De la mandioca se saca el almidón riquísimo, del cual se elabora pan llamado vulgarmente y en idioma Guaraní, Chipá aramiró [Chipa aramirõ], comida delicada estando fresca; se hace así mismo de esta sabrosa y sustanciosa raíz el M’boyú [Mbeju], pan ordinario de que usa la gente pobre, principalmente los Indios; es insípido e ingrato al olfato; por que lo preparan de la raedura del Mandiog [Mandi'o], esto es de aquel bagazo que queda después de haber exprimido y extraído el almidón. En guaraní le llaman tipiratí [typyraty].
También se beneficia de otro modo, y es el siguiente: se raspa la mandioca de la película colorada que la cubre, y así raspada se pone y se extiende al sol hasta que se seque, y esto se guarda para el año. Para comerla se remoja, y luego se cuece para que se ablande y se pueda masticar; pues es grata al paladar. A esta mandioca llaman Popí [Popî]. También se beneficia de otro modo: raspada la mandioca, se rebana y pone en una tina de agua para que despida la goma que tiene y después se saca al sol hasta que se seque bien, y se guarda; de ella se hacen tortas y chipás [chipa] confeccionados con gragea, huevos y queso de cuyo modo es sabroso y sustancioso; esta mandioca así beneficiada se llama Juí [Jy]. El mismo nombre le dan a la que se pudre en pozos bajo el barro; pero tal Juí [Jy] es fétido y de un ingrato olor; de este se amasa el Caburé [Cavure], muy usado en San Isidro Labrador de Curuguatí [Curuguaty], sin mezcla alguna.
Hay muchas especies diferentes de esta raíz; blanca y amarilla son las mejores, más harinosas y sabrosas. La colorada (pepirá [pepirã]) se conserva más tiempo bajo la tierra, y de esta especie hay también amarga que sólo sirve para almidón y no para comer. Hay otra, de raíz muy gruesa y de gusto desapacible, que tampoco se come, pero es la mejor para almidón. La vaina o caña de la mandioca, se cría derecha con anillos en que se contiene la simiente, la cual estando ya en sazón, se corta a la raíz y se guarda a la sombra, parada y cubierta con ramas de árboles, para que no se seque. El tiempo propio del corte es a fines de mayo, en viento norte, porque si se corta en viento sur, pierde el jugo y se seca pronto; esta caña echa trocitos de dos a tres dedos. Se planta anualmente desde el mes de setiembre, octubre y noviembre. Sirve también de pasto a los bueyes, lecheras y caballos, los sustenta y engorda.
El ordinario y común alimento de la gente pobre, hablando de la campaña, es el maíz, la mandioca, porotos, zapallos, batatas y la leche, pues hay pocas gentes del campo que no tengan algunas vacas lecheras.
Las expresadas menestras se recogen muchas veces en dos siembras, en el verano e invierno, por ser fertilísima la tierra, a excepción del trigo, que aunque en algunos parajes se cosecha, no es con abundancia, ni tan bueno como el que se recoge en Buenos Aires, de donde se proveen suficientemente los paraguayos de buena harina; supliendo otros estas faltas con el chipá [chipa] de almidón y con el de maíz, que los hacen muy exquisitos.
Asimismo abunda en la provincia variedad de frutas silvestres, que son otros tantos artículos de boca que consumen los naturales, principalmente en tiempo de carestía, como son el Ibaporú [Yvaporû], semejante a la ciruela endrina; fresca, agridulce, se usa en sorbete y cruda no es de mal gusto; el árbol que no es grande, produce su fruto en el tronco, en sus ramas y en sus raíces, si están descubiertas – Moras idénticas a los de Europa, en el tamaño y granos, pero no en el color que es verde, ni en el gusto que es áspero y lastima la boca, si primero no se lava y pone al sol: el árbol que las produce se llaman en guaraní Tatagibá [Tatajiva]. (15) Guaviraguazú [guavira guasu], del tamaño del Madroño, color amarillo, la tez tersa, es muy apetecida, aunque no de buen gusto; al contrario del Guaviramí [Guavirami]; fragante, agradable, muy gustoso al paladar, dulce sin empalagar, muy sana, pues por más que se coma, nunca daña ni sacia; se diferencia el grande del chico en que aquél es árbol grande y frondoso, y éste es arbusto; el grande abunda cuasi en todas las montañas, y el chico en las campañas de Concepción, de Icuamandiyú [Ycuamandyyu o Ykuamandyju] (hoy San Pedro), Curuguatí [Curuguaty] y Paraná arriba. (16)
La zarza-mora (Yuqueri [Jukeri]), idéntica su fruta a la de España, y diferente en que sus vástagos y hojas no tienen tanta espina. El Húembé [Guembe], fruta que bien lavada y asoleada es gustosa; del tamaño de un pepino, cubierta de una capa gruesa, debajo tiene su fruta que circula el corazón, semejante a una espiga de maíz, se cría en las concavidades de los árboles y es útil a la digestión (17). Ibá-abiyú [Yva aviju] (18) Ibaporroiti [Yvaporõity?] (arrayán), frutas de color negro de poca carne por el carozo que tiene, pero de buen gusto. Ñangaparí [Ñangapiry], es planta que da su fruta agridulce, y no de mal gusto; es de la especie de los arrayanes. Camambu (celedonia) [Kamambu], es una planta común que da su fruta amarilla dentro de una bolsa; no es de mal gusto. Ibähaí [Yvahái] (19), semejante a un [....?] pero de los chicos, fruta agria, buena para sorbete, y en los guisos de carne es gustosa. Guayabas (arazá [arasa]) de distintas especies y diferentes tamaños, agrias y dulces, abundan mucho; se comen crudas, tienen buen gusto, son astringentes. Se hace conserva de ellas, semejante a la de membrillo. A esta conserva, llaman los brasileños ticholos (20) Araticú [Aratiku] (es la chirimoya silvestre), grande y chico; su fruta al modo de una piña, es amarilla y gustosa al paladar; el grande es de los montes, y el chico del campo.
Aguaí-Guazú y mirí [Aguai guasu y miri]; la fruta de éste se come cocida sola y con leche es sabrosa; se hace conserva de ella y es muy rica; se llama mirí [miri], por la fruta que es chica, amarilla y ovalada, pero el árbol es grande, alto y frondoso: de la corteza, blanca del tronco, bien limpia de la tez áspera, se hace un bálsamo medicinal muy eficaz, para mundificar y curar llagas: el aguai-guazú [aguai guasu], es también árbol grande; se cría ordinariamente en la orilla de ríos y arroyos, su fruta de tamaño y configuración de un higo, amarilla y colorada; no se come, pero exhala un olor fragante. De este árbol se saca por incisión el Menjuí. Ibacurumbichá [Yvakurumbicha], es un árbol que da una fruta muy dulce, pero no es abundante. Yarácatiá [Jarakatia?] (mamón silvestre), fruta ordinaria del monte, del grandor de una manzana; se come asada o cocida. Ibaporombocú [Yvaporomboku?], planta que da una fruta del tamaño de un limón sutil; es muy dulce y grata al gusto; no es abundante. Pacurimí [Pakurimi] y pacurí-guazú [pakuri guasu], ésta es agria y aquélla dulce estando sazonada; se hace vino de ella, fermentándola con agua miel; la cáscara de la fruta es útil para lavar úlceras y llagas. (21)
Mburucuyá [Mburukuja] (flor de la pasión), su fruta semejante a la ciruela o granadilla amarilla, colorada, morada y negra de diferentes tamaños; gustosa en todo guiso, y no menos en conserva; pero cruda es insípida. No es árbol, sino enredadera o liana, cuya raíz es eficasísima para el mal gálico. Ibapitá [Yvapyta] (palma christi), dátil muy chico, de poca carne, pero dulce; los indios hacen chicha de él.
M’bocayá [Mbokaja] (el coco), su exterior cubierto de una cáscara delgada, sólida y dura, que cubre una sustancia carnosa, amarilla y glutinosa, que se come cocida y cruda, y el coco o caroso, tiene una almendra muy gustosa y substanciosa. Regularmente se toma con maíz tostado, y es la comida más común de la gente pobre, y muchos pasan los días, principalmente en tiempo de carestía, sin otro alimento; lo conservan bajo de tierra. – Beneficiada la almendra del coco, da aceite; que sirve para guisar en lugar de grasa de vaca; y se usa de él con generalidad para lámparas en los templos sin que haga falta el de oliva – No tiene este árbol nada que desechar; todo él es útil, su fruta, según queda dicho, se come y da aceite, su tronco está sembrado de espinas largas como alfileres, que también son usadas por las gentes del país en hacer encajes, que llaman de bolillos, para detener o tener divididas las trenzas o hilos del rodete; de su hoja o penca que es larga se sacan filamentos semejantes al cáñamo o caraguatá [karaguata], que se dedican a varios fines, como a tejidos y hamacas; los cogollos tiernos, se comen en ensalada y en la olla, y aun crudos sin mezcla de otra cosa, son gustosos. Del corazón del tronco que es blando, se hace harina, semejante al almidón de mandioca, y de ella se hacen chipas, que no son desagradables. También se destila de él, un agua dulce y muy febrífuga tomándola en ayunas, colada y antes que le de el sol; y dejándola a éste, luego se pone agridulce, que fermentándola, sería un vinagre: su raíz cocida es dulce y gustosa. (22)
Los montes abundan en naranjas, agria y dulce, y éstas se conducían a Buenos Aires en barcos chicos, donde se vendían con mucha estimación, como que son mejores y más dulces que las del Brasil. Hay abundancia de limones agrios y dulces, como el limón real, el sutil, la zamboa, cidras dulces y agrias de que se hacen conservas. Hay Ñandipás [Ñandypa] del grandor de una naranja, gratos al gusto, y útiles para teñir de negro y azul. Tarumá [Taruma], árbol grande y frondoso; su fruta semejante a la aceituna, negra, dulce; pero de un olor fastidioso; para comerla se lava y se asolea. Yataibá [Jataiva] (especie de dátil selvático), árbol grande y frondoso, su fruta larga semejante a la cañafístula, tiene adentro tres o cuatro carozos forrados de una sustancia harinosa y dulce; ésta se come, pero más sirve para curar dolores de cabeza procedentes de frío. Despide también el tronco del árbol una goma odorífera, y es el ánime medicinal. El Guapoi [Guapoy], produce por fruto unos higos chicos y dulces. Hay abundancia de Piñas, grandes y chicas, éstas son más dulces. Se comen y se hace de ellas dulce, sorbete y chicha. Hay una enredadera que produce el Curuguá [Kurugua], muy oloroso, semejante a la calabaza blanca; una tercia de largo, de color negro, amarillo y colorado. Su exterior, es de una cáscara muy dura y sólida que aunque delgada, sirve para tener en ella la yerba-mate, que participa de su fragancia. Hay, asimismo, Mamones, los cuales comidos crudos y en ayunas, son vermífugos. También se hace dulce de ellos. (23) En las costas y orilla de los ríos, principalmente en las del Paraguay, Jejuí y Tebicuarí [Tebicuary], y en los montes e islas donde hay humedad, se crían con abundancia cañas huecas, gruesas y largas, a que se da el nombre común de Tacuara (Bambú); de suma utilidad para muchos usos. Esta Tacuara de tiempo en tiempo da fruto, el cual es idéntico al arroz o al trigo, y sirve en todo como estos granos. De estas frutas de agrado al paladar se hacen dulces riquísimos, y todas sirven de manutención a las gentes. (24) Sin embargo, de que en la mayor parte se toma por alimento la carne de vaca, cabra, oveja, de gallinas y de otras muchas aves de que hay gran abundancia, tanto caseras como pavos y patos, como silvestres. Los Quirquinchos, Mulitas, Venedos, Coatí [Koati] o ardilla, etc., abundan en los campos y montes. La carne de la Gran Bestia, Tapir o Danta, es también muy buena, sabrosa y saludable, aunque este cuadrúpedo no es abundante y sólo se encuentra en el Norte. En guaraní se llama M’borebí [Mborevi]. (25)
La mayor parte de los terrenos de esta provincia, son fragosos, de montes y pantanos hasta la distancia de siete a nueve leguas de la Capital; por lo que se crían y apacientan los ganados a larga distancia. Los mejores campos y los más criaderos, son los de Tebicuarí [Tebicuary], Misiones, Ñeembucú, Saladillo, Remolinos, Caasapa [Caazapá], Yuti [Yuty], Concepción, Ycuamandiyú [Ycuamandyyú o Ykuamandyju], y San Estanislao; pero más que todos, los del Chaco, según se ha experimentado con algunas vacas, caballos y ovejas, que tuvo un maestro herrero Ascensio Flecha sobre el Río Verde, las que se engordaban pronto.
Lo más ventajoso de la Provincia, es que en los referidos campos, y en toda ella, jamás faltan aguadas; pues además de los ríos y arroyos que la cruzan hay también fuentes de aguas buenas, manantiales perennes y lagunas permanentes; pero con todo, se siente sobremanera la seca cuando la hay por la falta de pastos, porque los más se vuelven áridos.
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Fuente:
DE LA ANTIGUA PROVINCIA DEL PARAGUAY.
Autor: MARIANO ANTONIO MOLAS
(Enlace a datos biográficos y obras
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Prefacio y notas de
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